…o de relaciones sexoafectivas

 

Como comenté anteriormente, el modelo de pareja heterosexual monogámica para toda la vida, aunque sigue vigente, está en decadencia. Los divorcios están a la orden del día, los índices de infidelidades son desbordantes y las consultas psicológicas están repletas de personas y parejas en crisis.

Nuevas maneras de concebir la pareja y el amor están tomando fuerza. Personas de todo el mundo van probando otras fórmulas de cara a conseguir relaciones que les satisfagan.

Vamos a revisar algunas de estas fórmulas para que podamos reflexionar sobre otras maneras en las que podemos gestionar nuestros vínculos y relaciones afectivas y/o sexuales.

 

Existen tantos tipos de amor que uno no sabe a quién dirigirse para definirlos
-Voltaire-

 

Mi objetivo no es denigrar el modelo monogámico ni priorizar ninguna de estas opciones por encima de otras. Ni siquiera es el de mostrar un catálogo pormenorizado para que podamos “comprar” la que más nos apetezca.

Mi propósito es que podamos abrir nuestra mirada más allá de lo establecido y normativo. Que podamos ir tomando conciencia de cómo estamos vivenciando nuestras relaciones. Que podamos coger ideas que quizás nos inspiren para hacer pequeños o grandes cambios en el caso que lo necesitemos.

También me interesa desmitificar y apoyar alternativas que son mal vistas y juzgadas cuando son tan válidas como cualquier otra.

No esperes encontrar una clasificación exhaustiva y detallada de todas las opciones de relaciones de pareja posibles. Simplemente voy a recoger brevemente algunas alternativas de entre todas las que hay.

Estas son algunas de las opciones de relaciones de pareja o sexoafectivas actuales:

 

Libertad de elección

En primer lugar, mencionar que -aunque debería ser una obviedad- el modelo único de pareja heterosexual está totalmente obsoleto. 

Gracias a ello somos libres de relacionarnos sexoafectivamente con quien prefiramos más allá de orientaciones, identidades, roles de género, etc. Es cierto que aún queda camino por hacer al respecto. Todavía existen muchos prejuicios, mitos y demás en lo que se refiere a estos temas. Pero de esto hablaré en otros artículos específicos más adelante.

 

Parejas sin hijxs

Estar o vivir en pareja no significa obligatoriamente que se tenga que tener como proyecto procrear o adoptar niñxs. Hoy en día, es muy común que muchas personas no deseen tener hijxs. Aparentemente parece una decisión respetable, pero nos encontramos una grandísima presión social al respecto. ¿Los niñxs para cuándo?, ¿a qué esperáis?, se te pasa el arroz, etc.

Es una situación que suele generar muchos juicios, llegando a ser tildadxs de egoístas, por ejemplo. En otras ocasiones se hipotetiza que la relación no debe estar funcionando o que no están realmente comprometidxs.

Las mujeres solemos recibir una presión todavía mayor. Preguntas directas, intromisiones, juicios y miradas desdeñosas cuando estás en ciertas edades y no estás por la labor. Y, cuando declaras sin tapujos que no está dentro de tus planes, ya puedes esperar que la gente piense que hay algo que no está bien en ti y, claramente, que te arrepentirás de ello.

Estas relaciones son igual de válidas y pueden estar repletas de proyectos conjuntos y de un profundo compromiso. Además, en muchas ocasiones, su decisión ha sido mucho más meditada que en el caso contrario.

 

Linvig apart together

Lo habitual es que demos por supuesto que si formamos una pareja estable, antes o después, desemboque en convivencia.

Actualmente, algunas personas han construido su relación manteniendo cada unx su hogar y compartiendo momentos en una y otra casa. A ojos extraños es frecuente que esto se vea como una falta de compromiso o incluso de amor.

También hay personas que deciden dejar de convivir durante un período de tiempo mientras superan una crisis, mientras unx acaba un proyecto absorbente o por otras muchas razones. Otros prefieren esperar a que los hijxs de relaciones anteriores crezcan, por ejemplo.

Convivir tiene muchísimos beneficios y puede ser muy enriquecedor. La decisión de no cohabitar nunca o durante un tiempo también puede ofrecer múltiples beneficios y puede ser más ajustada para determinadas personas para las que poseer su espacio es algo de vital importancia. En otros casos ofrece el espacio para centrarse en lo que necesiten en ese momento y no contaminar su relación.

 

Monogamia secuencial

La mayoría, aunque en muchos casos anhelamos construir una relación de pareja que dure toda la vida, solemos acabar teniendo a lo largo de nuestra vida varias relaciones de pareja estables. Esta parece ser la tendencia que se está instaurando de forma orgánica actualmente.

Este hecho parece dejar en evidencia que construir una buena relación de pareja y que sea satisfactoria a lo largo del tiempo no es una tarea fácil (¡aunque tampoco es imposible!).

Se le añade el hecho de que nuestra esperanza de vida es cada vez mayor. Y si, además, le sumamos que somos seres cambiantes, que nuestras ideas, anhelos y proyectos se van transformando con el tiempo y no siempre coinciden con los de nuestrx compañerx, el estar juntxs tantos años es casi como una carrera de obstáculos.

 

Falsa monogamia

Aunque aparentemente el modelo monogámico es el que está ampliamente instaurado y aceptado socialmente, nos encontramos con una realidad encubierta. Y es que una gran parte de las relaciones proclamadas como exclusivamente monogámicas son a la hora de la verdad «relaciones falsamente monogámicas» ya que sus miembros tienen relaciones sexuales y/o afectivas con terceras (o cuartas o quintas…) personas.

El hecho de que sea tan común que se rompa el pacto de exclusividad sexoafectiva parece revelar que es algo que no resulta tan sencillo de mantener a una gran parte de la humanidad.

 

Swingers y relaciones abiertas sexualmente

Aunque no son lo mismo, hablo conjuntamente de ellas porque en ambos casos existe una monogamia afectiva pero no sexual (partiendo de que casi siempre interviene algo de afecto).

En las relaciones abiertas se acuerda la libertad de experimentar sexualmente fuera de la relación. En el caso de las personas Swingers, los miembros de la pareja experimentan juntxs sexualmente con otras parejas o personas. El entorno Swinger es toda una amplia subcultura y filosofía de vida que se puede delimitar en comunidades y demás.

En estos casos, las personas optan por la seguridad que ofrece un vínculo afectivo único a la vez que se enriquecen de la apertura y variedad sexual con otras personas. Obviamente no es oro todo lo que reluce y esta opción va a acarrear una adecuada gestión emocional y grandes dosis de atención para que no se altere el frágil equilibrio de la dinámica relacional.

 

Poliamor

«El Poliamor se puede definir como una relación comprometida de amor y honestidad entre más de dos personas al mismo tiempo, donde todas las involucradas saben la existencia y tipo de relación de todas. Generalmente se piensa a largo plazo y no necesariamente implica relaciones sexuales» (Haritaworn, Lin &Klesse, 2001; Barker &Langdridge, 2010b).

Hablar de poliamor, es hablar de infinidad de opciones llevadas a la práctica. Si estás interesadx puedes encontrar mucha información en internet y algunos libros fantásticos al respecto.

Considero interesante e invita a reflexionar la visión de que podemos amar a más de una persona al mismo tiempo. La visión de liberarnos de fronteras y de no poner diques al amor.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que si ya es difícil tener una relación nutritiva y creativa entre dos personas, cuando se añaden más a la ecuación la cosa se vuelve laboriosa a muchos niveles. Es una opción que requiere de mucha introspección y de valorar el crecimiento personal como algo muy relevante en la vida.

 

Como puedes observar existen muchas opciones de relaciones de pareja y estas son solo algunas ideas (hay muchas otras: matrimonio a tiempo parcial, anarquía relacional, polisoltería, amigovios, etc.). No considero necesario tratar de encasillarse en ninguna categoría fija pero sí veo enriquecedor explorar y explorarnos al respecto en cuanto nos suscite el interés.

 

Una vez que abandonas el camino típico de una relación monógama tradicional, realmente estás libre en un bosque en el que todo es posible. Tu único límite es tu imaginación
-Owen-

 

Como comentaba, ninguna opción es buena ni mala de por sí. Se tratará de ir descubriendo cuales son nuestras preferencias y que podamos ir construyendo relaciones más adaptadas a quiénes somos (en global, incluyendo nuestra cara más luminosa y la más sombría) y a nuestro momento vital. También que podamos darnos cuenta y responsabilizarnos de lo que nos aportan y limitan a su vez.

Unos querrán tener relaciones abiertas, pero deberán gestionar los celos y la posesividad, otros preferirán las relaciones monógamas de toda la vida, escogerán entre estar cómodos y seguros, por un lado, y encarcelados y reprimidos por el otro. Otros decidirán mantener el amante en secreto y lidiar con la culpa y las medias verdades, y otros, en cambio, preferirán no tener pareja y así no confrontar toda la complejidad emocional y psicológica que comporta. Lo que sí está claro es que no tenemos ni idea de qué modelo amoroso es el que funciona. -Adriana Royo-

 

Si quieres ampliar la información sobre relaciones no monógamas y sexualidades no convencionales te recomiendo que visites la página de golfxsconprincipios, donde podrás encontrar mucha información al respecto.

 

»No dudes en contactarme si tienes alguna consulta o si deseas más información sobre procesos terapéuticos para profundizar en tus relaciones sexoafectivas o de pareja.

 

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