El fuego necesita aire para avivarse y mantenerse, sin el oxigeno poco a poco se pierde la llama hasta que solo quedan las cenizas. Con el deseo sexual, ocurre exactamente lo mismo.

El deseo necesita aire, espacio, diferenciación, lo que hace que me acerque con curiosidad al otro, a esa persona que es diferente a mí.

Hoy en día, una de las grandes preocupaciones en torno a las relaciones de pareja es la pérdida de deseo e interés en mantener contactos eróticos o sexuales. Existen muchas posibles razones para este descenso del deseo sexual. En este caso voy a centrarme en cómo la actual tendencia a establecer relaciones fusionales o absorbentes puede ser la causa de estas insatisfacciones.

 

«El erotismo es un movimiento hacia el Otro».  Simone de Beauvoir

 

Los seres humanos vivimos divididos entre dos necesidades que estarían situadas en el mismo continuo pero en cada extremo: la necesidad de seguridad y la necesidad de cambio.

Por un lado necesitamos estabilidad, tierra donde poder arraigarnos. Por el otro, el cambio y la inseguridad es lo que nos impulsa a crecer, evolucionar y desarrollarnos. Ambas son las dos caras de una misma moneda, nos nutren y son combustible importante en nuestra existencia.

Con los cambios sociales y la pérdida de vida en comunidad, hemos perdido mucha de la seguridad que nos proporcionaban nuestras redes de apoyo y la hemos trasladado a las relaciones de pareja. Esto provoca, en ocasiones, que depositemos demasiadas expectativas y esperemos que nuestra pareja cubra todas nuestras necesidades.

Siendo esta relación tan sumamente importante, es fácil que acabemos acortando las distancia que nos separa, tratemos de controlar la incertidumbre y caigamos en una relación fusional y predecible. Esto nos genera una falsa seguridad, que a la vez nos aprisiona y nos deja sin el aire tan necesario para avivar la llama.

Cuando existe esta fusión entre dos personas existe poca individualidad y autonomía y poco espacio para el deseo. Es una de las razones por las que hoy en día, muchas parejas se quejan de que a pesar de que se aman y mantienen una buena relación, la chispa ha desaparecido. Y es que no siempre una buena relación va de la mano de una vida sexual satisfactoria.

 

¿Qué crees que podrías hacer para darle un poco de aire a tu relación?

 

Muchos son los aspectos que podemos trabajar para estar más satisfechos con el deseo sexual en nuestras relaciones. Pero, en ocasiones, los intentos pueden caer en saco roto si no nos abrimos a la vulnerabilidad que comporta lo desconocido y encontramos cierto equilibrio entre la seguridad y la incertidumbre, entre el Yo, el Tú y el Nosotros/as.

 

“El amor disfruta sabiendo todo sobre el otro; el deseo necesita algo de misterio. El amor necesita acortar la distancia que existe entre nosotros, mientras que el deseo se fortalece gracias a esa distancia. Si la intimidad crece a través de la repetición y la familiaridad, el erotismo se adormece con la repetición. El misterio, lo original y lo inesperado le dan alas. (…) Muy a menudo, a medida que las parejas se instalan en la comodidad que brinda el amor, dejan de avivar la llama del deseo. Se olvidan de que el fuego necesita aire…” Esther Perel

Recomendación bibliográfica: Inteligencia erótica. Esther Perel
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